Delitos informáticos

Los accesos no autorizados a sistemas informáticos con el objeto de conseguir secretos o causar daños, constituyen el clásico delito informático.

Hoy en día pocas conductas delictivas se escapan de la posibilidad de cometerse usando la tecnología. Estafas, compartir archivos ilegales (como los protegidos por derechos de autor o que atenten contra los derechos de menores), acosos, injurias y calumnias, uso ilegal de software o patentes…