¿Para qué quiero el dinero, si todo me sienta mal?
Recuerdo un tiempo en que cazar
No era malo, era necesidad.
¡Niño saca ya la recortá!
Que quedan muchos malos por matar
Roberto Iniesta Ojea / Juan Ignacio Anton Gonzalez
Todos me dicen1. Álbum: Agila2
Bíblicamente, el mal está destinado a la derrota y la destrucción. Las Escrituras señalan que todo el mal, sin excepción, finalmente será castigado y derrotado. Y nos dicen que hay un estándar final de bondad al que debemos aspirar3. Aunque pueda sonar a herejía, Bitcoin supone un hito histórico en ese caminar del hombre desde la barbarie a la bondad, aunque también podría interpretarse como una herramienta divina que ayude al hombre en su lucha contra el mal.
Cuando el hombre era una simple bestia más, no podía haber concepto de moral, del bien ni del mal. Ese discernimiento era algo que tenía vetado. Lo único que había era incentivos para hacer esto o aquello. Podríamos decir, siguiendo a Spinoza4, que lo bueno era lo que nos ayudaba a sobrevivir y favorece nuestra potencia de actuar y obrar, mientras que lo malo sería lo contrario. Bitcoin es algo que contribuirá a nuestra supervivencia y bienestar, tanto individual como colectivamente (como sociedad), pues, a diferencia del actual sistema monetario, alinea los incentivos en esa dirección. Desde esta perspectiva, Bitcoin es algo bueno.